De Marcos Nieto Pallarés
Todo empezó con una siniestra fotografía y un misterioso hashtag: #ElasesinoDLI.
La instantánea, subida a la cuenta de Twitter de Emma Cook, mostraba a
la joven maniatada y amordazada sobre una vieja silla. Las alarmas
saltaron cuando días más tarde apareció su cadáver en una casa
abandonada. Los detectives Trenton Brody y Grace Dallas, agentes de la
División de Investigaciones Criminales de la Policía Estatal de
Luisiana, no tardarán en descubrir que el asesino procede con un marcado
modus operandi, cuando
el cuerpo de otra joven aparece en condiciones similares. El asesino
rapta, cuelga una fotografía en la cuenta de Twitter de su víctima con
el hashtag #ElasesinoDLI
y luego la mata usando técnicas de tortura. Pero un tercer crimen
desorientará a los detectives. ¿Es obra del mismo autor o de un
imitador? ¿Se trata de dos asesinos cómplices o de dos psicópatas que
han entrado en pugna? Trenton Brody y Grace Dallas no serán los únicos
en seguirle la pista al criminal. Paul Ross, abuelo de Emma Cook, ante
la falta de avances en la investigación, contratará los servicios de
Stephen Relish, que se servirá de métodos cuestionables y de una
cracker, Autumn Sorrow, para rastrear al escurridizo asesino. El primer
paso del detective privado será investigar a Sam Shore, periodista del New York Times,
quien recibe correspondencia del bautizado como «Asesino DL», empeñado,
aparentemente, en labrarse un nombre como asesino en serie.
Las piezas del puzle encajarán, sacando a la luz una verdad espeluznante.
Y nadie volverá a ser el mismo.
Nadie volverá a mirar las redes sociales como antes.
Nadie volverá a echar la vista atrás sin sentir un escalofrío.