Dicen
que en Madrid reposa una iglesia muy antigua, cuyo origen es
desconocido. Allí, en su interior, frente a una cruz de piedra esculpida
en uno de sus muros, se puede alzar una plegaria. También dicen que
aquel que no tiene alma la escuchará, y si la fortuna acompaña, el ruego
será atendido.
Pero exigirá un elevado precio por sus servicios, uno que no todo el
mundo está dispuesto a pagar. Mejor será asegurarse de que se quiere
contar con él antes de recitar la plegaria... Eso es lo que dice
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