Muchas
veces nos imaginamos un futuro lleno de alta tecnología, y en nada
parecido al mundo en el que ahora vivimos. ¿Y si el mundo en el futuro
tampoco difiere tanto del que vivimos? ¿Y si lo que realmente cambiara
fuera el ser humano y el orden mundial? ¿Y si las religiones no
existieran? ¿Y si todos habláramos las mismas lenguas?
Ese es el futuro en el que se encuentra nuestro protagonista, Miguel. Un
mundo sin fronteras, donde la ciencia es la base que sustenta el
planeta, en plena armonía con la naturaleza y con el propio hombre. Todo
sucedió a partir del Día de la Recuperación.
Parece un mundo perfecto, pero, ¿realmente lo es?
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