Era
un fin de semana como otro cualquiera hasta que, sin previo aviso,
todas las cadenas de televisión y emisoras de radio del mundo dejaron de
funcionar. Durante veinticuatro horas solo se emitió un mensaje cíclico
y monótono que avisaba a todos los habitantes del planeta que, si nadie
ponía remedio, una pandemia estaba a punto de llegar para acabar con la
raza humana. El único sospechoso hasta el momento es un joven escritor
llamado Santi cuyo libro, publicado varios años antes, relata
exactamente todo lo que había sucedido en los últimos días y todos los
graves acontecimientos que estaban por llegar.
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