La
agente Faith Mitchell llega tarde a todos sitios. Se suponía que tenía
que recoger a su bebé a mediodía, pero no para de llamar a su madre a
casa y no le responde. Evelyn Mitchell, capitana de la policía de
Atlanta ya retirada nunca sale de casa sin decirle a alguien adónde va,
especialmente si está cuidando de su nieto. La preocupación de Faith se
intensifica después de horas de llamadas sin respuesta…
Cuando se presenta en casa de Evelyn, encuentra la huella sangrienta de
una mano en la puerta de la entrada, y la casa hecha un caos. Todo
indica que su madre ha sido secuestrada.
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